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“Animales, lamento que nosotros seamos su mejor esperanza. Seguimos haciendo nuestro mejor esfuerzo”

En la voz de...

Antonio Franyuti
(influencer)

 

Los animales me han gustado desde niño, en

realidad los amaba. Después me di cuenta que no se

trataba de amor –confiesa- sino de respeto. No los

tengo que amar para defenderlos, sólo es cuestión

de justicia y darme cuenta de que si yo no hacía las

cosas, pues no se hacían. Siempre piensan que

alguien tiene que venir a hacer las cosas, hasta que

uno se da cuenta que es ese alguien.

Para cambiar al mundo no se necesitan súper

poderes, sólo es cuestión de ponernos la capa de

defender a los que no pueden hacerlo por sí mismos.

El activismo en México se ha profesionalizado

 también diversificado porque hay varias

organizaciones que trabajan distintas agendas.

El movimiento animalista en México se ha separado, desde su perspectiva, entre los que protestan y los que proponen.

Ya no se trata de protestar y hacerlo como un activista que grita, sino como profesionales que se encargan de hacer un trabajo de lo que están capacitados para hacerlo y lograr cambios a través de ello.

La agenda de los temas animalistas en México son los animales de producción de alimentos, de acuerdo con el número de animales maltratados y al tipo de maltrato. Pero también, se deben pensar en los que están más cerca de la gente, que son los animales de compañía y se debe trabajar con ellos, para que las personas hagan la conexión con las criaturas que tienen más lejos.

Es importante que la gente se active y no sólo se queje porque México nos necesita no sólo en esta causa. Por eso nosotros nos llamamos héroes, invitando a toda la gente a que lo sea, a que ocupe su poder de hablar, su poder de denunciar y pedir lo que quiere, para cambiar la realidad de todos los animales y también del país.

Crónica de una extinción anunciada

Cuando en el colegio nos hablaban de los animales extintos, por lo general el tema no iba más allá de los dinosaurios. Pero la verdad es mucho más amplia y también cercana. Este no es un fenómeno que pasó. Pasa. Y pasa más de lo que uno cree.

El tema hoy es complejo. Si bien, incluso antes de la llegada del ser humano a la Tierra la extinción de seres vivos ocurría, hoy, como todo ámbito de cosas, su ritmo se ha acelerado considerablemente. Al menos desde hace unos 100 mil años atrás. Todo esto en gran parte tiene directa relación con la expansión geográfica de los países, los que en su avance irrumpen en tierras que por siglos fueron el hábitat de distintas especies animales. El tema es preocupante, al punto que científicos de la ONU advirtieron que de seguir así, el año 2100 la cantidad de especies extintas llegaría a la mitad de las que actualmente existen. Por decir lo menos, el anuncio es lapidario.

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Uno de los grandes problemas que acarrea la extinción de animales tiene que ver con la inestabilidad que afecta a la biodiversidad, la que es fundamental e imprescindible para que exista vida en la Tierra, por lo mismo, hay que estar atentos y evitar que erradas intervenciones humanas, como la construcción de una central termoeléctrica a pocos de metros de una importante colonia de pingüinos de Humboldt –me refiero al proyecto de Punta de Choros en Chile–, se lleven a cabo.

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Repasemos algunos casos. Sí, algunos, porque si nos proponemos hacer una lista de animales extintos, tendríamos material como para escribir una enciclopedia, y de muuuchos capítulos. Por lo mismo, sólo vamos a hablar de algunos casos. Partamos con un mamífero: el del León del Cabo. Como su nombre lo dice, una subespecie del león que lamentablemente, ya no existe. ¿Culpable? El hombre.

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En 1860 fue el último año del cual se tiene registro del León del Cabo. Se dice que fueron los ingleses los culpables, aunque no existe certeza absoluta. Pero lo que si se sabe es que cuando se instalaron en Sudáfrica, los cazaban por deporte. Y si no era por deporte, era porque estaban defendiendo sus ganados. En resumidas cuentas, así fue el su desenlace.

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Pero no sólo los mamíferos son víctimas de la humanidad. La lista de aves desaparecidas también

es gorda. Ese es el caso del Zarapito Boreal, un pájaro que vivía entre Chile, Argentina y Perú, que

migraba entre Sudamérica y las llanuras de Texas, Estados Unidos, dos veces al año.

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La extinción del Zarapito Boreal se asocia a la masificación de las armas de fuego en Estados

Unidos, ya que como sus bandadas eran tan compactas, una carga de perdigones lograba matar

entre 20 y 30 pájaros de un solo cañonazo. Lamentablemente eran cotizados por el mercado.

De hecho, su carne se vendía en mercados de la costa este norteamericana como alimento exótico.

Según registros, la última vez que uno de su especie fue visto con vida fue en 1964 en la isla

Galveston, Texas. Hoy se le considera desaparecido.

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Otro animal que se dio por extinto hace muy poco tiempo, específicamente el año 2002, es el

Delfín de Río Chino. Una especie que emigró del océano Pacífico al río Yangtzé hace unos 20

millones de años. Los más optimistas dicen que este animal está en extremo peligro de extinción y

afirman que aún existe, ya que en 2007 un vecino de la provincia de Anhui aseguró haber visto a

uno de ellos. La mayoría ha perdido las esperanzas.

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Su extinción se debió en partes compartidas, a la pesca con redes y electricidad, y también a que

durante una época, estúpidamente, su piel se utilizó para hacer bolsos y guantes.

Otro animal que cayó en manos del hombre fue el Pingüinus Impennis, también conocido como

Alca Gigante o simplemente como pingüino. Según se dice, esta especie desapareció en 1840, cuando un grupo de marineros fue en busca de ellas, por supuesto, para matarlas y comercializarlas, ya que en Europa este animal era muy cotizado por su piel. Pero ya no había uno solo vivo.

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Entre otros animales que ya no nos acompañan están el Asno Salvaje Sirio, el Leopardo de Zanzíbar, Loro del Paraíso, Pato del Labrador, el Dodo, Cotorra de las Carolinas, Tigre del Caspio, Tigre de Java, Rinoceronte Negro de África Occidental, Tigre de Bali, Carpintero Imperial, Canguro Rabipelado Occidental, Cabra Montés Portuguesa, Lobo Honshu, Sapo Dorado de Monteverde, Tigre de Tasmania, Foca Monje del Caribe, Cabra Montés de los Pirineos, Ciervo de Schomburk, Bilby Menor, Oso Mexicano… La verdad, y como decía en un comienzo, la lista de animales extintos es larga. Muy larga. En fin. Esperemos que este tipo de historias no se sigan escribiendo. Nunca más.

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